Esas bellezas que duelen
Hay un tipo de belleza que hasta duele mirarla. No sabes muy bien por qué, pero no puedes apartar la vista al tiempo que se te encogen las entrañas. Sufres. Quizá porque sabes que nunca verás algo así de cerca. Quizá es que lamentas que tanta belleza tenga que acabar, un día u otro, esperando flores baratas en una lápida llena de moho.
Marilyn luce una cicatriz por una operación de vesícula. Y, con marca y todo, ¿no te duele de lo guapa que es? ¿No te sobrecoge su mirada? ¿No te resulta tan perfecta que hasta te dan ganas de llorar su ausencia?
Aún te diré una cosa más. Pocos días después de que Bert Stern tomara esta fotografía, suicidarían a Norma Jean. Y, sin embargo, aun en el umbral de su muerte, me parece que nunca un fotógrafo había capturado tanta belleza. Al menos, no una de esas bellezas que hasta duele mirarlas.
Marilyn luce una cicatriz por una operación de vesícula. Y, con marca y todo, ¿no te duele de lo guapa que es? ¿No te sobrecoge su mirada? ¿No te resulta tan perfecta que hasta te dan ganas de llorar su ausencia?
Aún te diré una cosa más. Pocos días después de que Bert Stern tomara esta fotografía, suicidarían a Norma Jean. Y, sin embargo, aun en el umbral de su muerte, me parece que nunca un fotógrafo había capturado tanta belleza. Al menos, no una de esas bellezas que hasta duele mirarlas.
Comentarios
Saludos.
saludos
Felicitaciones por el blog. Dan ganas de seguir leyéndolo. Un abrazo.
Wordup!
Saludos,
Jorge
Que buen blog por cierto, volvere regularmente