Probablemente, el nombre de Sweet Emma Barrett (1897-1983) sea la alegoría perfecta para ejemplificar el olvido, ninguneo e invisibilización que han sufrido las mujeres en el jazz. Fue arrinconada frecuentemente en pequeños locales en los que tocaba con su banda de hombres a los que ella lideraba. En el jazz, como en otras artes, el machismo vino impuesto por parte de los empresarios y no tanto de los artistas, que casi siempre eran colegas, amigos y compañeros. También por culpa de esa "censura previa" que, todavía hoy, domina la programación de salas y festivales ( a mí, programador de este concierto, esta tía me gusta, pero ¿vendrán a verla? ¿venderá suficientes entradas? ) Y esto aplica todavía hoy a tantos artistas... Pero estábamos hablando de la enorme Sweet Emma, que había empezado a tocar el piano y a cantar en una orquesta de Nueva Orleans en 1923. Estuvo con ella hasta 1936. Sus compañeros de banda eran todos hombres enormes y ella era una mujer joven, pequeñ...
Comentarios
Gracias
Grego
saludos cariñosos
marcelo y anita
temas para tesis de contabilidad