Descanse en paz
Le vi en Nueva York en mi luna de miel, era el músico residente del Iridium Jazz Club, en Broadway con la 51.
No habíamos reservado mesa, pero la chica de la puerta (qué guapa es la gente de Nueva York), nos pidió que esperáramos, intentaría conseguirnos un hueco. (No cuesta casi nada ser amable).
Nos sentamos en una mesa frente al escenario. Delante, un par de parejas que engullían un bistek remojado en patatas fritas. (No terminaré nunca de entender que se pueda profanar de semejante manera la ceremonia/concierto).
Entonces, salió él. Era pequeñito y afable. Emanaba esa ternura que se les pone a las personas mayores con un pasado lleno de emociones y sobresaltos. (También es verdad que a mí siempre me han enternecido más los ancianos que los niños).
Se sentó en su taburete y se fue haciendo un ovillito, como si se escondiera de los aplausos. Se le iluminaron los ojos y se le dibujó una sonrisa amable que duró toda la noche. Tocaba su propia Les Paul como si fuera fácil, como si fuera etérea, como si no requiriera atención. (Los genios siempre tocan de esa forma, con esa condescendencia, pareciera que no tuviera ninguna importancia... Por eso siempre he desconfiado de esos otros músicos que se recrean en el teatro egocéntrico de los solos).
Al día siguiente nos compramos a Paulita. Tanta era la influencia de aquel señor bajito, afable, hecho un ovillito sobre su taburete.
Resquiescat in pace.
No habíamos reservado mesa, pero la chica de la puerta (qué guapa es la gente de Nueva York), nos pidió que esperáramos, intentaría conseguirnos un hueco. (No cuesta casi nada ser amable).
Nos sentamos en una mesa frente al escenario. Delante, un par de parejas que engullían un bistek remojado en patatas fritas. (No terminaré nunca de entender que se pueda profanar de semejante manera la ceremonia/concierto).
Entonces, salió él. Era pequeñito y afable. Emanaba esa ternura que se les pone a las personas mayores con un pasado lleno de emociones y sobresaltos. (También es verdad que a mí siempre me han enternecido más los ancianos que los niños).
Se sentó en su taburete y se fue haciendo un ovillito, como si se escondiera de los aplausos. Se le iluminaron los ojos y se le dibujó una sonrisa amable que duró toda la noche. Tocaba su propia Les Paul como si fuera fácil, como si fuera etérea, como si no requiriera atención. (Los genios siempre tocan de esa forma, con esa condescendencia, pareciera que no tuviera ninguna importancia... Por eso siempre he desconfiado de esos otros músicos que se recrean en el teatro egocéntrico de los solos).
Al día siguiente nos compramos a Paulita. Tanta era la influencia de aquel señor bajito, afable, hecho un ovillito sobre su taburete.
Resquiescat in pace.
Comentarios
Pero, como dice el dicho, "al césar lo que es del césar". LesPaul ha dejado una herencia en el mundo de las guitarras innegable.
La verdad es que hecho la vista atrás, y entre los que se nos fueron en 2008, y los de 2009, en el más allá tienen que estar montando "A heluva jam session"
Recuerdo lo que grabó con su mujer, Mary Ford, más pop y eso, pero igualmente entrañable.
Besos, AG.
gracias por leer mi mensaje y disculpas si te importuné.
Día y hora: los lunes de 23:00 a 00:00 hrs.
La musica que pondré: desde el antigüo Egipto hasta el siglo XVII.
Por internet se puede oir.
Gregorio
UniRadio-Radio Universidad de Huelva
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http://www.uhu.es/uniradio
103.6 FM