Locos por el Jazz
El sábado llevé a mi ojito derecho (mi sobrina Laura) a su primer concierto de jazz.
Locos por el Jazz es un espectáculo que reúne en el escenario a la banda The Missing Stompers con los guiñoles de El Conciertazo de TVE para así acercar el jazz a los más pequeños. Para ello, interpretan temas de los dibujos animados de siempre. Los Picapiedra, la Pantera Rosa, los Aristogatos… Aunque también hubo un momento para Beyond the Sea (siempre hay un momento para esta canción).
Tenía miedo, claro. Miedo a que Laura no vibrara con aquello que me hace vibrar a mí. Miedo a que no le acariciaran el alma los sonidos del saxo o de la trompeta. Miedo a que se quedara dormida y miedo a que se pusiera a llorar.
Sin embargo… Se quedó alunada mirando a los músicos y a los guiñoles. No hubo un solo momento en el que la música sonara y ella no aplaudiera (a veces arrítmicamente encantadora), bailó encima de mis rodillas y también en el pasillo lateral del teatro… ¿Qué instrumento quieres aprender a tocar? – pregunté embobaba. Al final, con su dicción de tres años, optó por la trompeta. (Y yo llegué a casa aún con la baba caída)
Pd. El gran descubrimiento: Arturo Cid, clarinetista, cantante y showman.
Locos por el Jazz es un espectáculo que reúne en el escenario a la banda The Missing Stompers con los guiñoles de El Conciertazo de TVE para así acercar el jazz a los más pequeños. Para ello, interpretan temas de los dibujos animados de siempre. Los Picapiedra, la Pantera Rosa, los Aristogatos… Aunque también hubo un momento para Beyond the Sea (siempre hay un momento para esta canción).
Tenía miedo, claro. Miedo a que Laura no vibrara con aquello que me hace vibrar a mí. Miedo a que no le acariciaran el alma los sonidos del saxo o de la trompeta. Miedo a que se quedara dormida y miedo a que se pusiera a llorar.
Sin embargo… Se quedó alunada mirando a los músicos y a los guiñoles. No hubo un solo momento en el que la música sonara y ella no aplaudiera (a veces arrítmicamente encantadora), bailó encima de mis rodillas y también en el pasillo lateral del teatro… ¿Qué instrumento quieres aprender a tocar? – pregunté embobaba. Al final, con su dicción de tres años, optó por la trompeta. (Y yo llegué a casa aún con la baba caída)
Pd. El gran descubrimiento: Arturo Cid, clarinetista, cantante y showman.
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¡Besazos!