Otro enfado más


Habéis colmado el vaso.
Todos los años me enfado, pataleo y, después, os insulto a través de este blog.
Pero, como un pequeño borrego, acabo acreditándome o comprando una entrada (o varias).

Sin embargo, este año habéis colmado mi paciencia. Ya no. No me mandéis más correos, no me pidáis que cubra a ningún músico para ningún site. Este año, os podéis meter vuestro jazz (que intenta ser más elitista que jazz) en el lugar que mejor os siente. Una cosa es la hipocresía y otra muy distinta ser un hijo de puta (con todas las letras y todas las mayúsculas). Primero me cerráis el Bogui (cuántas noches, cuántos recuerdos, cuantos acordes poniéndome cachonda...) y unos días después intentáis venderme que el Ayuntamiento de Madrid está muy involucrado con el jazz... ¡Que os den!

Este año, si necesito ver un concierto, me iré a los clubs que aún me dejáis abiertos. Y si no, me cojo el coche y me subo a Zaragoza. Está más cerca de mi paraíso que vuestro infierno. (Gracias, Javier)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Lo del cierre del Bogui es para echarse a temblar. Dios mío, qué incompetencia la de los que nos mandan. Lo he seguido estos días por lo que contaba el Cifu en sus programas (perdón, paraísos del jazz, otro más, my darling, aún quedan algunos, afortunadamente)

Y ya sabes a quién echarle el silbidito. Si coges el coche y te vas para arriba.

Te daría muchísimos más besos.
Erradizo ha dicho que…
¡ay mi niña1, esas noches de conciertos, de copas y cigarros, de pieles de gallina a causa de una música que nos llena... todo echado a perder por los lerdos que no entienden o no quieren entender...

Está claro que quieren volver esta ciudad en un sitio más frio e impersonal, demuestran que el jazz no tiene sitio, y lo malo es que no podemos hacer nada, ellos mandan...

besos con sabor a Santa Teresa y JAZZ (sí, con mayúscula)
Anónimo ha dicho que…
He descubierto tu blog por enrevesados caminos y he leido este post. Totalmente de acuerdo. El jazz nació en los ambientes más pobres y deprimidos y ahora nos lo meten en los más elitistas. Me pierdo muchos conciertos por el precio que le ponen y hasta en algunos bares que programan jazz me impiden la entrada por ir con unos simples vaqueros y el pelo largo. He visto al barman del bar más cutre de mi barrio (Leganés) sacar una armónica de debajo de la mugrienta barra e improvisar de una manera deliciosa a la vez que programa música muy buena (todo en un sitio donde van desde adolescentes a emborracharse porque están los precios por los suelos hasta más veteranos como nosotros que vamos por habernos criado allí y por la música). Pero claro como no es un "club de jazz".

Gracias por los regalos que dejas por aquí y por los post. Tendré que pasarme a menudo.

Chao.

Entradas populares de este blog

365 días

Un poema

Johnny Staccato