Nina Simone
Una noche, mientras dejábamos que la ciudad nos alunara, Erradizo me espetó, en mitad de los resuellos de una caminata hacia la Gran Vía, “¿tú crees que Nina Simone es jazz?”. Lo soltó así, entre la inocencia y la crueldad.
Desde entonces, cada vez que escucho a la Simone, me vuelve la pregunta de Erradizo. La analizo, intento encontrar la palabra que defina su música y, una y otra vez, lo dejo por imposible. Y yo qué sé qué es Nina Simone. Es jazz. Pero también es blues. Y también funk. Y también todo lo que ella quiera ser. Es el eclecticismo con piernas. Es grito, es susurro, es silencio, es orgullo, es la Simone.
Yo creo que, en ciertos ambientes, cuando suena su nombre, aún se siente el miedo o el respeto. Nunca fue una mujer fácil. Era de sobra conocido su carácter excéntrico, temperamental. Fue arrestada por evasión de impuestos y hasta circula una leyenda negra que asegura que le disparó a un vecino porque no la dejaba concentrarse.
Vengo de comprar el número dos de la colección de jazz de El País. Es un libro-cd maravilloso. Lleno de anécdotas, de fotografías en las que no encuentro a la Nina salvaje y pasional. Pero, para compensar, trae el álbum Diva, con una portada pasada por Photoshop para darle un aire a lo Warhol (que seguro que así venden más periódicos y discos). Y está lleno de canciones que andan pululando por el olimpo de las obras maestras. Trae “Mississippi Goddam”, trae “See-Line Woman” y un par de canciones, que en la voz y los ovarios de la Simone, tienen que sonar como una pistola cargada dispuesta a ser disparada: “Love Me Or Leave Me” y “Don’t Explain”, que siempre relacioné con la voz etérea y exquisita de la Holiday.
Y sigo sin saber responder a la pregunta que aquella noche me hizo Erradizo. En palabras de ella misma: “Jazz es un término de los blancos para definir la música negra. Yo hago música clásica negra”. Ahí queda eso. Quien tenga valor de enfrentarse a la Simone, que le conteste. Yo, por si acaso y desde este rincón, me limitaré a escucharla y venerarla.
Desde entonces, cada vez que escucho a la Simone, me vuelve la pregunta de Erradizo. La analizo, intento encontrar la palabra que defina su música y, una y otra vez, lo dejo por imposible. Y yo qué sé qué es Nina Simone. Es jazz. Pero también es blues. Y también funk. Y también todo lo que ella quiera ser. Es el eclecticismo con piernas. Es grito, es susurro, es silencio, es orgullo, es la Simone.
Yo creo que, en ciertos ambientes, cuando suena su nombre, aún se siente el miedo o el respeto. Nunca fue una mujer fácil. Era de sobra conocido su carácter excéntrico, temperamental. Fue arrestada por evasión de impuestos y hasta circula una leyenda negra que asegura que le disparó a un vecino porque no la dejaba concentrarse.
Vengo de comprar el número dos de la colección de jazz de El País. Es un libro-cd maravilloso. Lleno de anécdotas, de fotografías en las que no encuentro a la Nina salvaje y pasional. Pero, para compensar, trae el álbum Diva, con una portada pasada por Photoshop para darle un aire a lo Warhol (que seguro que así venden más periódicos y discos). Y está lleno de canciones que andan pululando por el olimpo de las obras maestras. Trae “Mississippi Goddam”, trae “See-Line Woman” y un par de canciones, que en la voz y los ovarios de la Simone, tienen que sonar como una pistola cargada dispuesta a ser disparada: “Love Me Or Leave Me” y “Don’t Explain”, que siempre relacioné con la voz etérea y exquisita de la Holiday.
Y sigo sin saber responder a la pregunta que aquella noche me hizo Erradizo. En palabras de ella misma: “Jazz es un término de los blancos para definir la música negra. Yo hago música clásica negra”. Ahí queda eso. Quien tenga valor de enfrentarse a la Simone, que le conteste. Yo, por si acaso y desde este rincón, me limitaré a escucharla y venerarla.
Comentarios
Besos. Por cierto, vas a ganar guapa!
De hecho voy a empezar a comprar El Pais para hacer la colección, y mira que espantan ciertas cosas de las huestes de Polanco
Aceptando mis limitaciones no voy a ser yo quien os de un concepto de lo que es jazz, siendo además un asunto tan sencillo y la vez tan complejo (yo lo concibo como una melodía, un ritmo, pero insisto en mis limitaciones).
Y bueno al grano: Llevo tres días intentando votar en la revista 20 minutos y no me deja, ¿entiendo entonces que sólo puede votar los que tengan un blogg?
Saludos como siempre desde Cádiz, y de paso Feliz Tamborrada para todos aquellos que se puedan acercar por Donosti.
No te preocupes por el intercambio de votos, Fernando, que es profesor mío, ya me ha votado el otro día! (Jeje, monté el blog gracias a el!)
Así que nada, un saludo desde aqui y enhorabuena de nuevo por el blog,
Saludos!
saludetes de http://relacionespublicadas.blogspot.com
De todas formas, su voz era imponente y sus interpretaciones sobrecogedoras. Su música y su personalidad trascendieron todos los estilos y etiquetas, algo así como Sinatra, Tom Waits... artistas inclasificables.
Era "simplemente" Nina Simone.
Un saludo y qué el Jazz y Nina Simone nos acompañen!!!
Gaditano: efectivamente, sólo se puede votar si tienes un blog inscrito. C'est la vie! Pero muchas gracias por tu apoyo (y haz la colección, que mola un montón)
Bern: igualmente. Y ánimo con el blog. Ahora, ya sabes, a actualizar con periodicidad toca.
Vayeciyos: pues muchas gracias. Eres bienvenido. Nos vemos
Carlos V.M: Que no te oiga la Simone. Si ella quiere ser jazz, quiénes somos nosotros para decirle que no lo es. Tom Waits, que es dios, también tiene sus temas jazzeros. De lo que no cabe duda es de que era grande esta tipa, muy grande. Besos
Un gran blog el que acabo de descubrir
Intento sacar una noticia al día como minimo, de ese modo estoy subiendo bastante la cuota de visitas.
Yo sigo votandote, la verdad es que vas primera en la categoría de música, asi que la cosa no va mal!
Saludos!
Tengo diferentes versiones de esta canción, pero la de Nina esta la primera de mi lista particular. A mi manera de ver, lo que hace Nina no es Jazz standard, pero es improvisación, libertad, busqueda, por lo tanto, Jazz.