Nueva agenda
Como soy una persona caótica y desordenada, nunca acabo un año con la misma agenda. Siempre las comienzo con la ilusión de que, esa vez sí, voy a organizarme bien. La vida, el trabajo, los estudios... Pero al final, o pierdo una primera agenda (y la segunda), o acabo perdiendo la constancia para apuntar las tareas en mil libretas diferentes, o directamente dejo de anotar y recurro a mi cabeza. Pero además de ser una persona caótica y desordenada, también soy una persona melómana. De modo que este medio día, cuando tendría que haber ido derechita a casa de una amiga, que me esperaba pacientemente para comer, he caminado en dirección contraria. He llegado a una librería con saldos (que quería recordar lejanamente a la maravillosa y añorada Strand Books de Nueva York) y he comprado una nueva agenda. La segunda de este año. Pero es que, después del regalazo de Reyes de El Hombre, al verla sobre el mostrador, no he podido resistir la tentación de apuntar en ella los discos por escuchar, l...