Desde la playa
Tengo un correo electrónico que contestar. Hace un par de semanas, de pronto, alguien se coló en la bandeja de entrada para arrullarme los mimos que necesitaba. No es el primer mail que recibo gracias a este blog. En unas semanas, se cumplirá un año desde que entré por primera vez a este mundo de jass, cine y demás pasiones/vicios. Y, en estos meses, de tanto en cuando recibo una muestra de cariño que no me merezco, que no me pertenece y, de pronto, me siento tan c'est si bon...
Escribo esto desde un ciber café de la playa, que es ese paraíso que no nos pertenece a los urbanitas de Madrid y que, sin embargo, sentimos atado a nuestra piel como el instinto de la maternidad o el de la patria, algo abstracto e intangible que está ahí sin saber cómo ni por qué.
Os escribo esto desde la playa, desde una playa nudista a la que El Hombre me trajo por primera vez hace unas semanas. Era junio y yo aún arrastraba los complejos de mujer débil, bajita, rellenita y absurda. Los sigo arrastrando, claro. Pero, de pronto, me encuentro en pelota picada, rodeada de desconocidos que también son bajitos, también tienen barriga y les parece absurdo que a mí me dé vergüenza enseñar mis pechos o mis estrías. Así que apuro un cigarro, en mi Mp3 suena My Funny Valentine en la mágica e inmortal trompeta de Miles, miro a un niño que pasea, con total naturalidad, junto a sus padres desnudos. Miro a El Hombre, que lee El País y no entiende muy bien qué está pasando en El Líbano. El Hombre es una persona entrañable que no ha perdido su humanidad ni en las obras de la M30 ni en los titulares de El Mundo. Me inspira ternura y la trompeta de Miles me acurruca en este paraíso de sol y desnudez. Y, entonces, me acuerdo de que tengo un mail abrumador que contestar. Me acuerdo de lo afortunada que soy. Me acuerdo de que el jazz está ahí aunque ya no haya trabajo. Y, entonces, me siento otra vez muy c'est si bon...
Pd. Iré a Mojacar uno de estos días, a un club de jazz llamado Jazz Life (como el libro de fotografías de William Claxton que miro en la Fnac con envidia) a comprar unos vasos, labrados con los nombres de Miles, de Billie, de Trane... donde tomar mis fabulosas copas de Brugal con Coca cola. Sobra decir que estáis invitados.
Comentarios
Y besos al natural
Y yo aquí en este infierno....ya voy teniendo mono de un concierto contigo.
besitos varios
Besos
¡Qué gustito de sol, aire y mar para esas partes del cuerpo condenadas el resto del año a un oscuro y apretado ostracismo!
Que lo disfrutes...
No has de perderte los relatos de este taxista chileno, disfrutaras!
http://darkcar.blogspot.com/
Yo he llegado de Marrakech hace tres dias tras pasarme 6 noches de placer el la ciudad roja; proximamente publicaré en el blog las imagenes y el relato sobre esta experiencia.
Un abrazo!!!
Yo ando por Almuñecar con mis chavalillos, sangrias y paellas, y algunas noches de ciberespacio junto a un triple whisky.
Besoss!
jazz palabras y whisky in person
Un gustazo verte así.
Saludos escandinavos
Y gracias por descubrirme un lugar nuevo del que desconocía su existencia.
Saludos!
Erradizo: yo también tengo mono y opciones, ya te cuento. Además, ya sabes que tengo una cosita para tu pequeño descendiente. Besotes.
Manolo: olé tú. Besosssss.
Speedtriple: lo disfruté, pero siempre sabe a poco. Te debo un mail. Besos.
Antonio: un día me tengo que pasar por tu estudio, secuestrarte y echarnos unos rones jazzeros, que ya va tocando, ¿no? Por cierto, tú tampoco te pegas mala vidorra :) Besosss
Jazz, palabras y whisky: para el aniversario (del blog) Besos de summertime.
Telmo: gracias por no abandonarme del todo. Tenemos que reanudar correos suecomadrileños. Besazos, lindo.
Mailena: gracias a ti, siempre. Y no dejes de perderte por Vera, que es un paraíso de los de verdad. Sólo falta un club de jazz, que lo montaré yo cuando me harte de Madrid y emigre definitivamente a la desnudez del mar. Besos