La Sangría de las Cuevas del Sésamo




La Resaca.
La madre de todas las resacas.
Los reyes no vinieron anoche a casa. He debido hacer algo mal y me han dejado carbón.
Carbón resacoso.
Anoche ya sabía que los reyes no harían escala en mi cama, así que mis amigos Aarón y Juanqui me llevaron de borrachera.
Las Cuevas del Sésamo.
Cuatro jarras de sangría mágica y mucho tabaco (son señores listos y han decidido que se pueda fumar).
Aarón me acariciaba el pelo cuando me notaba el alcohol-tontorrón.
Juanqui me arrancaba risas y me hacía sentir que no había ninguna compañía mejor.
Mucho jazz no es que hubiera. Lo más parecido, una versión muy libre del pianista de "El tiempo pasará" (el tema de "Casablanca")
¿Sangría con ingredientes mágicos? Pues que sean cuatro jarras, una detrás de otra.
El camarero ya nos advirtió al pedir la tercera. "Una por cabeza es borrachera. Más, salir a gatas".
A gatas no salimos, pero sí a saltitos. Saltito a saltito hasta llegar a otro pub.
Brugal con coca cola.
Borrachera quita vergüenzas. Bailamos y cantamos canciones que, sobrios, no admitiríamos sabernos.
No recuerdo muy bien cómo llegué a casa. Sé que fue en taxi. Pero no recuerdo demasiado.
Lo dicho, los reyes me han traído una buena resaca (y la confirmación, una vez más, de que tengo los mejores amigos del mundo)

Comentarios

Entradas populares de este blog

365 días

Un poema

Johnny Staccato